
En el mundo del descanso, no todo se reduce a tener un buen colchón—aunque en Nortedescanso sabemos que eso ayuda mucho. Hay un factor invisible, profundamente arraigado en nuestra biología, que determina cuándo dormimos, cómo dormimos y cómo de reparador es ese sueño: los ritmos circadianos.
¿Qué son los ritmos circadianos?
Los ritmos circadianos son ciclos biológicos de aproximadamente 24 horas que regulan funciones esenciales del cuerpo humano como el sueño, la temperatura corporal, la producción hormonal y el metabolismo. Este “reloj interno” está sincronizado principalmente por la luz solar.
Cuando este reloj funciona correctamente, nos sentimos alerta durante el día y somnolientos por la noche. Pero cuando se desajusta, entre otras cosas por estrés, trabajo nocturno, jet lag o exposición excesiva a pantallas, el cuerpo lo nota y hacen acto de presencia el insomnio, la fatiga, la irritabilidad y una menor capacidad de concentración.
¿Por qué son clave para un buen descanso?
Dormir bien no es solo cuestión de horas, sino de calidad. Y esa calidad depende en gran parte de que el sueño ocurra en sincronía con nuestros ritmos circadianos. Cuando respetamos estos ciclos:
- El cerebro entra más fácilmente en fases profundas de sueño reparador.
- El cuerpo se regenera con mayor eficacia.
- Se reduce el riesgo de trastornos del sueño y problemas de salud como la obesidad, la diabetes o la depresión.
Cómo cuidar tus ritmos circadianos
En Nortedescanso, creemos que el descanso comienza mucho antes de acostarse. Aquí van algunos consejos para mantener tu reloj biológico en hora:
- Exponte a la luz natural durante el día, especialmente por la mañana.
- Evita pantallas brillantes (luz azul) al menos una hora antes de dormir ya que suponen una estimulación mental excesiva:
- Se dificulta alcanzar la relajación necesaria para conciliar el sueño.
- La luz azul confunde al cerebro y puede hacerle creer que aún es de día. Esto inhibe la producción de melatonina (hormona reguladora del sueño).
- De acuerdo con los últimos estudios, una hora de pantalla puede reducir hasta 24 minutos de sueño.
- Mantén horarios regulares para acostarte y levantarte, incluso en fines de semana.
- Crea una rutina nocturna relajante que prepare tu cuerpo para el sueño.
El colchón. Pilar invisible del descanso y aliado del ritmo circadiano
Aunque los ritmos circadianos son internos, el entorno físico también influye. Un colchón que se adapta a tu cuerpo, regula la temperatura y reduce los puntos de presión puede facilitar la transición natural entre las fases del sueño porque el colchón es el verdadero escenario donde ocurre uno de los procesos más importantes para nuestra salud y bienestar. Por eso, elegir un colchón adecuado marcará la diferencia entre un sueño reparador y una noche de vueltas interminables:
- Tu colchón debe mantener la columna vertebral en una posición neutra, evitando tensiones musculares y dolores articulares.
- Un colchón de viscoelástica de alta calidad se adapta al contorno del cuerpo y reacciona a los distintos niveles de presión de determinadas partes del cuerpo como hombros, caderas o pies.
- Un colchón de muelles ensacados favorece la transpirabilidad, la independencia de lechos y un muy buen soporte sin renunciar a la comodidad, gracias a la riqueza de sus acolchados.
- La temperatura corporal influye directamente en los ritmos circadianos. Un colchón con buena transpirabilidad evita el sobrecalentamiento nocturno, facilitando la entrada en fases profundas del sueño.
- Un colchón de látex natural y tejidos técnicos ayuda a mantener una temperatura estable durante la noche.
- Un colchón pierde sus propiedades con el tiempo. Se recomienda renovarlo cada 8–10 años, o antes si presenta hundimientos, bultos o incomodidad persistente.
En definitiva, con estas simples pautas podrás contribuir a tu bienestar cuidando tu descanso.